Estilo Educativo

Nuestro pilar fundamental es la creencia en la capacidad inherente de toda persona a superponerse a las adversidades, si se generan oportunidades de crecimiento y acompañamiento positivo. Día a día vemos y verificamos que los menores que forman parte de este espacio son seres resilientes y nos confirman que han de ser ellos los protagonistas de su propio desarrollo para así ser parte de una transformación social.

La intervención educativa del proyecto no tiene una línea pedagógica única y específica. En nuestro día a día bebemos de varias fuentes y teorías, todo ello desde un enfoque ecológico (Bronfenbrenner) donde la niña y el niño se colocan en el eje central, siendo sujetos activos y generadores de cambio en todos los sistemas de los que forma parte.

Disciplina positiva
A raíz de la autora Jane Nelsen, entendemos el aprendizaje a través del respeto mutuo, la cooperación creativa y la auto-disciplina. Para Espiral es elemental la idea de que los “errores son oportunidades maravillosas de aprendizaje”.  Eliminando la culpa, la vergüenza y buscando la solución se fortalecen los vínculos, los cuales son totalmente reparadores.

Inteligencias múltiples
Percibimos que existen diferentes tipos de inteligencias, las cuales varían en función de cada persona. Por ello, creemos fundamental potenciar las ocho que describe Howard Gardner: lingüística, lógico-matemática, viso-espacial, corporal-cinestésica, musical, naturalista... haciendo especial hincapié en la interpersonal (vínculo y relación con los demás) y la intrapersonal (conocimiento e introspección de sí mismo).

Educación emocional y fomento de la interioridad
Fijándonos en la aportación de Rafael Bisquerra vemos la educación emocional como una forma de prevención primaria que intenta minimizar la vulnerabilidad a las disfunciones.  Hablamos de educar el afecto dando un paso más (educación de la interioridad) donde se ve implicada la conciencia corporal, la integración emocional y la apertura a la transcendencia.

Buen trato
Es imprescindible para el proyecto englobar toda la intervención desde la perspectiva del buen trato que propone Jorge Barudy. Hacemos que la prioridad de los adultos sea el bienestar y la salud de todos los niños, las niñas y los adolescentes, particularmente aquellos cuyos derechos han sido o son vulnerados. Esto es posible con la promoción de dinámicas de cuidado y en definitiva, de los Derechos de la Infancia.

Atención a las necesidades de la infancia y la adolescencia
Partiendo del modelo de necesidades fisiológicas, cognitivas, emocionales y sociales, de participación y autonomía progresiva presentado por Félix López Sánchez, creemos en la importancia de priorizar aquellas necesidades en nuestra intervención, donde haya más riesgo de vulnerabilidad para los y las menores de la entidad.